lunes, 2 de marzo de 2009

Encuentran cadáver de ejecutado por AFI’s en Obregón Sonora.

Encuentran cadáver de ejecutado por AFI’s en Obregón Sonora.
Ciudad Obregón, Son. (NF).-
El cadáver de un hombre ejecutado por elementos de la Agencia Federal de Investigación, identificado como José Martín Obeso Beltrán, de 40 años, fue localizado en avanzado grado de putrefacción a las
11:40 horas del viernes, apreciándosele el “tiro de gracia” en la cabeza, además de visibles huellas de tortura, por cuyo motivo la noche del 24 de febrero se suicidó el agente Jesús Martínez Zavala, dentro de las instalaciones de la PGR en Cajeme.
El mencionado hallazgo fue reportado por la Policía Estatal Investigadora de Sonora, como a unos veinte metros del camino de terracería, contiguo a la presa El Bachoco, rumbo a la vieja rúa a Tesopaco.
Sobre lo anterior se logró saber que en las oficinas de la Procuraduría General de la República en esta capital, se encuentran arraigados seis elementos de la AFI, entre ellos el comandante que se encontraba en Ciudad Obregón, así como cinco agentes más y tres “ayudantes”, mejor conocidos como “madrinas”, aunque ello fue negado sistemáticamente por personal de la institución, a pesar del gran despliegue de elementos de la Policía Federal para su vigilancia.
En cuanto a José Martín Obeso Beltrán, éste fue “levantado” de su domicilio en San José de Bácum, por cuando menos una parte de los agentes de la AFI y sus “madrinas”, entre quiénes se encontraba Jesús Martínez Zavala, el pasado 19 de febrero, supuestamente por “órdenes” del crimen organizado, para quien trabajaban.
Posteriormente los “federales” enfilaron rumbo a la presa mencionada, donde sometieron a Obeso Beltrán a una serie de torturas a base de golpes con objetos, como las culatas de las metralletas, entre otras, hasta dejarlo casi exánime, para luego rematarlo con el balazo en la cabeza, por lo que a causa del “levantón” sus familiares interpusieron la denuncia correspondiente, misma que era investigada por el MPF, por lo que al no aguantar la presión porque tenía que presentarse a declarar, Martínez Zavala prefirió escapar por la puerta falsa, metiéndose a la oficina del comandante, para enseguida dispararse con el arma de cargo, una Pietro Beretta, calibre 9 mm, a la barbilla, con lo cual prácticamente se voló la tapa de los sesos, para quedar muerto inmediatamente después.

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